Portal sobre el trastorno de la personalidad por evitación

Chica separada del grupo

 

Pulso acelerado, sudoración, temblor de voz o malestar abdominal son algunas de las reacciones que experimentan las personas que sufren de miedo irracional al hablar en público, según comenta la psicóloga Amaya Terrón, quien a la vez explica que en primera instancia, la fobia es un miedo intenso, persistente y crónico a algo que, en realidad, representa poco o ningún peligro real.

Desde el punto de vista de la psicóloga, la fobia social se trata de un miedo persistente e irracional ante situaciones que puedan involucrar el escrutinio y juzgamiento por parte de los demás, como en fiestas u otros eventos sociales, por lo que estas personas intentarán evitar por todos los medios exponerse a estímulos o a situaciones que involucre la presencia de muchas personas.

Causas

Las personas con trastorno de ansiedad pueden tener las raíces de su complejo desde la adolescencia, lo cual posiblemente también tenga que ver con padres sobreprotectores u oportunidades sociales limitadas. La psicóloga señala que las personas que padecen de fobia social pueden estar expuestas a caer en la drogodependencia y en el alcoholismo, dado que pueden llegar a confiar en la bebida y en las drogas para relajarse en situaciones sociales.

Según el “Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-V)”, de la Asociación Americana de Psiquiatría, las personas con fobia social se tornan muy ansiosas y tímidas en situaciones sociales diarias. Tienen un miedo intenso, persistente y crónico de ser vigiladas y juzgadas por otros, y de hacer cosas que las hagan sentirse avergonzadas. Estas personas pueden permanecer preocupadas durante días o incluso semanas antes de una situación a la que le temen.

Tratamiento

De acuerdo con la psicóloga, el objetivo del tratamiento es ayudarles a las personas a desempeñarse de forma efectiva y su éxito por lo general dependerá de la gravedad de la fobia. Así pues, lo primero será buscar la ayuda de un terapeuta que guíe al paciente a través de una terapia cognitiva conductista, mediante la cual se espera que la persona empiece a entender y a cambiar los pensamientos que le están causando la afección, al igual que se busca aprender a reconocer y a reemplazar los pensamientos que causan pánico.

Por otro lado, el entrenamiento en destrezas sociales puede involucrar contacto social en una situación de terapia de grupo para practicar dichas destrezas. El juego de roles y modelos a seguir son técnicas que se utilizan para ayudar a la persona a sentirse más cómodo, relacionándose con los demás en una situación social.

La fobia social frecuentemente es hereditaria y puede estar acompañada de depresión o alcoholismo.

 

Fuente: El Nuevo Diario.