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Autores del estudio

 

La fobia social tiene un origen genético, ha descubierto un estudio. Su manifestación está asociada a un gen implicado en el transporte de serotonina, un neurotransmisor que contribuye a la sensación de bienestar. El descubrimiento mejorará el diagnóstico y tratamiento de esta popular enfermedad, que sólo en EEUU afecta a casi 20 millones de personas.

El trastorno de ansiedad social, también conocido como fobia social, tiene en parte un origen genético, ha descubierto un estudio según el cual un gen implicado en el transporte de serotonina (un neurotransmisor que contribuye a la sensación de bienestar) juega un papel fundamental en la manifestación de la fobia social. 

Los resultados de esta investigación se publican en la revista Psychiatric Genetics, según informa la Universidad de Bonn en un comunicado.

La fobia social se caracteriza por un miedo persistente a una o más situaciones sociales por temor a que resulten embarazosas. Es el trastorno de ansiedad más común y uno de los más extendidos entre los trastornos psiquiátricos.

Las manifestaciones de este trastorno son embarazosas en la vida cotidiana. Una persona que lo padezca teme el juicio y la percepción que los demás tengan de ella y experimenta una auténtica angustia cuando tiene que relacionarse con otras personas. 

En ocasiones puede provocar un profundo pánico y otros síntomas alarmantes, como un cansancio moral y físico, angustia crónica, taquicardia e incluso depresión.

Estos trastornos no son muy bien conocidos por la ciencia, y al igual que ocurre con otras enfermedades mentales, los científicos desconocen si la genética influye en su manifestación, o si es el medio ambiente es el que provoca los síntomas, lo que dificulta su diagnóstico y tratamiento. 

Un nuevo estudio arroja luz sobre esta incertidumbre aclarando que al menos un gen implicado en el transporte de serotonina está implicado en el inicio de los síntomas del TAS. 

Los investigadores analizaron los genomas de 321 pacientes afectados por TAS y de otras  804 personas sanas, con la finalidad de identificar posibles genes asociados a este trastorno. 

Analizaron específicamente el SNP (Polimorfismo de nucleótido único), una variación en la secuencia de ADN que representa el 90% del total de la variación genética humana. 

Existen alrededor de 3 mil millones de pares de bases (o bloques de construcción) en un genoma humano y alrededor de 10 millones de SNP en cada ser humano. Un par de bases representa a dos nucleótidos opuestos y complementarios en las cadenas de ADN y ARN que están conectadas por puentes de hidrógeno.

Un gen específico 

Aunque no es sencillo, los últimos avances conseguidos en secuenciación del genoma humano han permitido estudiar directamente a los SNP. Gracias a este avance previo, los investigadores protagonistas de esta investigación han descubierto que un gen llamado SLC6A4, implicado en el transporte de serotonina, está relacionado con los pacientes afectados por el trastorno conocido como fobia social. 

La serotonina es un neurotransmisor que regula numerosas funciones, incluido el humor, el apetito y el sueño. También es conocido por reprimir los sentimientos de miedo y depresión. Aunque ya se sospechaba que la serotonina podía estar implicada en la fobia social, hasta ahora no se había obtenido una evidencia concluyente. 

Este estudio corrobora lo que ya esbozaban investigaciones anteriores y los investigadores se centran ahora en determinar cómo diagnosticar la enfermedad con este sistema mucho antes de lo que permiten los sistemas actuales. 

Para alcanzar este objetivo, explican, necesitan trabajar con más personas que sufran este trastorno. 

La fobia social es uno de los trastornos de ansiedad más comunes, y el tercer trastorno mental con mayor prevalencia en EE.UU. Se estima que 19,2 millones de estadounidenses sufren de trastorno de ansiedad social, más común en mujeres que en hombres.

 

Fuente: tendencias21.net