La fobia social se caracteriza por un temor persistente e irracional de enfrentarse a situaciones sociales o presentaciones públicas (hablar en público, por ejemplo), donde la persona pueda, potencialmente, sentirse avergonzada.
Este tipo de trastorno es tradicionalmente tratado con psicoterapia o con medicamentos psiquiátricos. Se ha comprobado que ambos tratamientos son efectivos. Los resultados son aún mejores cuando se aplican conjuntamente.
Algunas técnicas de autoayuda también han sido efectivas para muchas personas, sobre todo aquellas cuyos grados de fobia sociall no son tan elevados, pero para los casos más complejos es necesario el apoyo de un profesional, al menos inicialmente.
Psicoterapia para fobia social
La psicoterapia es un método muy efectivo para tratar todo tipo de trastornos de ansiedad, particularmente la fobia social. El tipo de psicoterapia más usado es la terapia cognitivo conductual, con técnicas como exposición y entrenamiento de habilidades sociales, porque este tipo de enfoque tiene un límite de tiempo, normalmente unas 16 sesiones.
La terapia de exposición es excelente para tratar la fobia social, pues ayuda a la persona a comprender la irracionalidad de sus miedos y a reestructurar su pensamiento. La terapia de exposición muchas veces se acompaña de técnicas de relajación para que el paciente practique en los momentos en que sienta que los temores afloran. De manera simple, las primeras sesiones de terapia se llevan a cabo en una situación controlada, probablemente en la consulta del terapeuta, aumentando gradualmente la exposición, y conforme las habilidades se van desarrollando, la idea es que el paciente puede ponerlas en práctica en situaciones reales.
Aunque la ansiedad varía de persona a persona y no existe una única receta para superarla, la psicoterapia y sus diferentes variantes suelen ser sumamente efectivas, aliviando síntomas y ayudando a cambiar patrones de pensamiento y comportamientos en general.
Medicamentos recomendados para tratar la fobia social
Los medicamentos que se usan para tratar la fobia social se llaman inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS). Este tipo de medicamentos son originalmente prescritos para tratar la depresión. Sin embargo, se ha comprobado que son efectivos para tratar muchísimos otros trastornos. Algunos de los más conocidos son la fluoxetina, la fluvoxamina y la paroxetina.
Estos medicamentos tardan un tiempo en comenzar a hacer efecto, unas dos a tres semanas, y esto puede ser un poco frustrante para el paciente. Por otro lado, pueden causar algunos efectos secundarios incómodos, los cuales deben ser comentados con el médico.
Los beta bloqueadores son otros medicamentos conocidos para tratar la ansiedad, pues bloquean el flujo de adrenalina, que se desencadena cuando estamos ansiosos. Por ello, este tipo de fármacos es recomendado para atenuar los síntomas físicos de la ansiedad, como los temblores, sudoraciones o pánico escénico, lo que lo hace ideal para pacientes con fobia social. Al igual que los ISRS, pueden tener algunos efectos secundarios graves como dolor de cabeza, depresión, insomnio, y vómito, entre otros.
Menos utilizadas para tratar la fobia social son las benzodiazepinas. Son utilizadas esporádicamente como un tratamiento inicial para calmar los síntomas a corto plazo. No son muy recomendables, por los efectos secundarios, y porque son altamente adictivas y producen un fuerte síndrome de abstinencia.
Técnicas de autoayuda útiles para quienes sufren de ansiedad social
Las técnicas de autoayuda, al menos las mejores, nacen de la terapia cognitivo conductual, con la diferencia de que pueden ser utilizadas de una manera más casual, fuera del ambiente de la psicoterapia formal.
- Respiración profunda: es común, para quienes padecemos ansiedad, percatarnos de los síntomas físicos más fácilmente que de los síntomas psicológicos. Esto es bueno, porque nos permite cambiarlos. Uno de estos síntomas es la respiración alterada, normalmente, cuando estamos pasando por altos niveles de ansiedad, sentimos que nos cuesta respirar o que respiramos de manera superficial. Por esta razón, se recomienda tratar este tipo de ejercicios con regularidad y especialmente para prepararnos para alguna actividad que nos cause cierta incomodidad.
- Técnicas de relajación: éstas suelen ser de mucha ayuda para aquellos con temor a someterse a actividades sociales. Existe la relajación progresiva, la cual consiste en alternar entre tensión y relajación de grupos musculares para lograr una sensación de relajación. También se recomienda el entrenamiento autógeno, el cual está muy relacionado con la meditación.
- Auto exposición: con la guía apropiada y mucha cautela, algunas guías de autoayuda recomiendan la exposición de una manera individual, guiada por el mismo paciente. Algunas de éstas técnicas incluyen exposición en vivo o exposición imaginada. Este tipo de técnica ayuda a que las personas, a su ritmo, dejen de evadir lo que temen y comiencen a encontrar qué cosas disfrutan de las diferentes actividades sociales a las que se ven expuestos.
Autor: Tratamiento para tu ansiedad